No solo limpia, sino que también regula la secreción sebácea, ayuda a mantener a raya el equilibrio de la epidermis y la restauración de la macrobiótica cutánea.
Unos beneficios que tienen muy buena pinta, ¿verdad?
Aunque sirve para todo tipo de pieles, para hacer tratamientos de higiene bien profundos.
Ingredientes
INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients)
Water (Aqua), Aloe barbadensis leaf extract, Sodium phosphate dibasic, alcohol, Propanediol, Glycerin, Malva sylvestris flower extract, Cupressus sempervirens fruit extract, Chamomilla recutita flower extract, Equisetum arvense extract, Pimpinella anisum seed extract, Borago officinalis extract, Liquen d’Islàndia extract, Plantago psyllium seed extract, Citrus grandis fruit extract, Rosmarinus officinalis leaf vàter, Parfum (Natural essential oils), Citric acid, Sodium levulinate, Levulinic acid, Sclerotium gum, Glyceryl caprylate, Sodium anisate, Sodium benzoate, Potassium sorbate.
Modo de empleo
Coge un disco de algodón (mucho mejor si es reutilizable!), Mojalo bien con la pruina y aplícatelo con movimientos circulares (y bien suaves, mimando la piel) dos o tres veces al día. Puedes aplicarla al rostro, el cuello y en la nuca.
¡Truco!
Moja bien el algodoncillo y … ¡STOP! Antes de aplicártela, cierra los ojos y huele … ¡Su aroma te ayudará a liberar los pensamientos y sentimientos tóxicos que no queremos para nada dentro de nosotros!
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